Diamante, La perfeccion

El nombre del diamante proviene del griego adamas o adamantem, que significa “el invencible”

Los destellos de un diamante se deben a que posee un alto índice de refracción de la luz y un gran poder dispersor: al penetrar, los rayos de luz sufren innumerables reflexiones interiores que se convierten en un abanico de infinidad de colores

El diamante simboliza la búsqueda de la perfección, el triunfo de la voluntad, lo eterno e infinito.

En países anglosajones hay la costumbre de regalar diamantes al contraer matrimonio, tradición que poco a poco va extendiéndose por todo el mundo.
El diamante tiene efectos que abarcan todo el cuerpo energético, equilibra las cualidades personales y participa como guía espiritual.

Tiene la propiedad de alegrar el espíritu. El diamante es aconsejado para aquellas personas tímidas apocadas e introvertidas.